ELVIS, THE GENTLEMAN

Elvis es un caballero, eso no lo puedo negar. En su fiesta de cumpleaños estuvo preocupado de todos y cada uno de sus invitados, de que nada faltara, de que nadie se sintiera mal y de que el lugar permaneciera seguro. Él y su hermano Cristián, otro muchacho dulce, dulce como la miel. Yo me sentía extranjera en medio de tantos personajes de una historia desconocida para mi. Escuché, observé, traté de entender, pero no pude. Elvis pasaba cansado cada cierto rato por mi lado preguntandome si todo estaba ok. Y yo estaba ok, media perdida, pero ok. Y luego la noche me trajo a "cereal", una buena conversación, un rol de vigilante y un baile al amanecer. Elvis los había invitado a todos... y a mí. No se porqué exactamente a mi, pues no nos vemos muy seguido. Pensé encontrar a sus amigos del colegio, a sus primos y vecinos... pero solo fue a ellos y a mi. Cosa rara - pensé, pero con este ñoño nunca se sabe... Y así como forma parte de mis grandes historias, grandes e inconclusas, se que podemos encontrarnos en cualquier parte, en cualquier tiempo, sin planearlo, y aún así seguira siendo mi chico dulce... hoy más viejo que antes, eso sí.