RESUMEN DEL AÑO 2011

 Sin duda para mi, este fue el año más dificil y complejo de todos los años de mi vida. De vuelta improvisadamente a mi ciudad, retomar el ritmo laboral en la gris oficina, aperrar sola de lunes a viernes con mis hijos, el reencuentro con mis amigos, que aunque poco, era necesario, las financias nunca anduvieron bien pero milagrosamente sobrevivimos. Intenso, como casi todo lo que me incumbe, no me quedó mucho tiempo ni energías para todo lo que quise hacer, pero al menos retomé algunas de mis raíces y volví a la ayuda social, a escribir historias cinematográficas y a mi sed de pequeña revolución.
Para el próximo año quiero más paz y todo lo que ello significa, quiero encontrar mi hogar definitivo, estar con mi familia para siempre y sentirme cómoda en mi lugar de trabajo. Hoy tengo menor número de malos pensamientos en mi alocada cabeza de los que tenía antes y sinceramente, quiero que la buenaventura reine por todos lados, para quienes intentan de alguna forma ser buenas personas y desean mejorar este mundo. Quiero un nuevo año feliz en todos los sentidos, aunque sea el último año de la tierra como dicen las proféticas predicciones.

CIRCUITO

He salido al fin. Me apuro para que no me atrapen y deba demorar mi salida firmando un bendito libro de asistencia. Conecto mis orejas a mis sonidos familiares placebos, que me hacen bien y camino rauda a mi casita en el árbol de cemento. Pocos se me hacen los minutos antes de ir por mis amores pequeños. Todo cambia desde ese momento. No soy trabajadora, no soy la chica cool (o ridícula) que usa audífonos gigantes, no soy la amiga que presta el hombro para que lloren sus amigos, soy la madre dichosa que disfruta unos minutos con sus hijos hasta que llegue el momento de dormir. Luego de eso, saco un refresco helado del refrigerador, me hago el ánimo después de rezongarme a mi misma un par de veces y me dispongo a limpiar los grandes vidrios que me separan de la ruidosa ciudad. Las luces se ven más nítidas por la noche, el mundo más grande y nosotros más desprotegidos. Falta un día aún para completar mi circuito con tranquilidad, para poder dormir tranquila sin miedo a desaparecer en la soledad de la noche, para dejar escapar por la ventana mi maldita paranoia y al fin, descansar.

PESADO

 El mar se va está volviendo negro. Nosotros, cada vez menos, vamos avanzando de a poco, dejando hasta el alma en el camino. Y el círculo se va cerrando alrededor nuestro. Aún así seguimos nadando hacia la orilla, impregnados en lodo, con un paso lento y pesado, a ver si podemos sobrevivir fuera de ese mar negro y lograr de una vez por todas que el agua vuelva a ser transparente.

EL REINO DEL TERROR

 Aun hoy, el año 2011 en un Chile moderno que va a la cabeza en temas de derechos humanos, donde se respeta al prójimo, donde puedes vivir feliz con tu familia en una casita cómoda si haces el esfuerzo de juntar la plata, donde los malos son arrestados y los buenos protegidos por la justicia, debo denunciar de todas formas que vivimos en un reino del terror. Y no es en un nivel macro, no es un problema país, es en mi querida y odiada empresa. La jefa puede pavonearse delante de todos los trabajadores vociferando con orgullo que puede despedirnos al chasquido de sus dedos si decidimos organizarnos como quien vota papel sucio a la basura. Y no teme a represalias, no teme a la ley, porque en su reino ella modifica las leyes a su antojo y conveniencia. Los siervos agachan la cabeza, asienten a todo con miedo y siguen a la masa para pasar desapercibidos. No ganan nada, pierden todo, incluso la dignidad pero pueden llegar a sus casas contentos y tranquilos porque aun tienen un trabajo.
 Eso es lo que pasa en mi Chile lindo de hoy, donde los valientes luchamos por el resto, aunque a veces perdamos más de lo que ganamos, pero al menos existe la esperanza de derrocar al poder diabólico chupasangre algún día, asi como alguna vez vimos caer a Pinochet. FIRMES VALIENTES, PODEMOS SER MAS!!

NUEVA ETAPA

 Llega Septiembre nuevamente con sus aires de amor y melancolía, con días de sol y viento como me encanta. Mi vida anda a cien por hora con mil cosas por hacer y poco tiempo para descansar y planificar. Se piensa en el camino mientras se hace otra cosa. Pero estoy contenta, me gusta hacer cosas, sobre todo cuando saben a trascendencia en mi historia.
 Mis pollitos están creciendo a pasos agigantados. De pronto en una semana aprendieron dos palabras, a abrir cajones, a bajarse de la cama sin caerse y comienzan a caminar de a poco. Al parecer desde ahora su vida rueda más rápido y yo solo quiero atesorar cada momento hermoso sin arruinarlo con mi histeria cuando no logro controlar la situación. Ahora es cuando dos se me hacen mucho al mismo tiempo, sin embargo de prisa me emociono cuando veo la complicidad entre ellos, lo inseparables que se han vuelto y la gran felicidad que se regalan mutuamente.
Juan José hoy se lanzó a caminar solito, torpe y lentamente pero más decidido que antes cuando caminaba de mi mano. Muchas caidas le esperan, a Darío también, sin embargo poco a poco aprenderán que la vida es así, llena de nuevas etapas por superar, cargada de pequeñas y grandes metas que una vez superadas se puede mirar el camino recorrido con una gran satisfacción en el corazón.

NIÑOS

 Y al entrar a ese mundo desconocido, sus experimentadas humanidades se apocaron como si fueran hielo frente al quemante sol. Y cuando escucharon las voces de los grandes sabios, sus ojitos brillaron como si hubieran descubierto un cofre lleno de tesoros, tesoros valiosos que los acompañarán por el resto de su vida, tesoros que nunca pensaron encontrar esa noche, estando donde estaban, acompañados de otros parecidos pero no muy cercanos. Mi corazón se hinchó de alegría y de orgullo por saber que había hecho algo bien, había aportado con un pequeño granito de arena a la evolución cognitiva del ser humano, de esos seres que más que profesionales, más que padres, compañeros o hermanos, eran unos verdaderos niños descubriendo el mundo por primera vez.

REVUELTAS

 No hay por donde. Son ya demasiadas semanas de desacuerdo y nadie quiere ceder. Ambos tienen razón y ambos lados se equivocan. Como dice el desquiciado de Luis, todos tenemos derecho a vivir en paz, aunque todos tengan derecho a pedir y protestar. Yo soy un poco más objetiva y no me pongo la camiseta por ningún movimiento de mierda. Soy lo suficientemente vieja como para comprar barato las poses de cualquier lado. Sin embargo creo en la lucha por sobre todas las cosas, ir a la pelea para lograr lo que se quiere, pero siendo consciente y empático, inteligente, cauto y pacífico. Creo que se puede ganar, pero no la victoria absoluta. Ruego por mis amigos revoltosos y revolucionarios para que no caigan dentro de una cuca y alimenten su rabia con los golpes de las lumas policiales en su espalda. Yo desde mi burocrático rincón ansío lograr la revolución dentro de la gris y vieja oficina.

FELICES

 No puedo asegurar que son los niños más inteligentes y listos que he visto en mi vida. Tampoco los más hermosos del universo. No puedo enseñarles a ser los más graciosos ni mucho menos a ser los mejores hijos que una madre pueda pedir, sin embargo me doy cuenta que la única labor valorable de una madre cuando tus niños son pequeños, es hacer de ellos personas felices. Y me lleno de orgullo cuando en el balance semestral la tía Mabel los destaca como niños alegres y sociables, adaptables a distintos ambientes y que siempre comienzan el día con muy buen ánimo. Saber que ellos son felices me hace infinitamente feliz.

ESTUPIDEZ COLECTIVA

La ignorancia de un grupo sumada al miedo de empezar algo nuevo muchas veces deriva en una gran estupidez colectiva. Y yo no dejo de sorprenderme cuando veo gente adulta con experiencia, con un bagaje laboral, que deja que le metan el dedo en la boca con un cuento archiviejo y conocido “te doy una pepita de oro, si me firmas acá… pero no leas nada, solo firma”. Y me sorprende aún más cuando veo a jóvenes promesas del país, que se llenan el pecho cuando de defender la educación chilena se trata, que escuchan Ska y se visten con poleras del CHE, cuando caen redonditos y son los primeros en firmar por la pepita de oro y para colmo, con la cara sonriente dicen: “con esta cago a la jefa, hay que puro sacarle plata”.

 La jefa por su parte, que es una mujer que ya pasó por la inocencia hace muchísimo tiempo, sabe muy bien cómo leer el cuento a la gente ilusa, sobre todo cuando tiene el apoyo incondicional y silente de un par de estúpidas que sueña en que algún día será jefa, corruptas hasta el alma por la sed de dinero.

 Me sorprende y me molesta sobre manera que las personas no miren más allá de sus narices, que sean incautas al no leer la letra chica, que se vendan por estar bien con todos y que tengan además el descaro de malhablar de quienes pensamos antes de actuar. Días como estos siento que me ahogo en un mar de baba, por culpa de los babosos que me hacen sentir nuevamente que estoy equivocada, cuando sé que estoy en lo correcto.

NO ES UNA BUENA NOCHE PARA UN CORAZÓN ROTO

        

Le dijo que ya no más y como de costumbre, ella dio media vuelta sin decir palabras y se alejó tranquilamente hasta perderse de vista. No estaba dispuesta a suplicar por amor. No lo hizo antes, menos aun lo haría ahora que era una mujer grande.

 Llegó a su casa y como si estuviera en una escena de ficción, tras el cierre de la puerta, un estruendo en el cielo trajo consigo una lluvia incesante. Y pensó:” no es una buena noche para un corazón roto”.

 Decidió no hacer nada importante y después de encender la radio, se desplomó en el sofá con la última cerveza de la heladera y un cigarrillo mentolado que alguien le regaló. Podría haber sucumbido a la pena y sin pensarlo mucho, saltar por la ventana y morir al fin. “Es probable que nadie lo notara hasta un par de días después”- pensó, pero nada de eso era cierto. Tenía más amigos y cercanos de los que acostumbraba a reconocer.

En el fondo, ella lo quería a él, pero él quería otra cosa: amor incondicional y estabilidad, quería con toda su alma ser necesitado, por sobre el amor que pudiera sentir. Y ella ya no lo necesitaba con esas ansias que un náufrago necesita un salvavidas. Ella tenía su vida resuelta y solo buscaba su compañía. Era muy probable que él volviera a sus brazos otra vez, así como había vuelto antes, cuando se aburriera de la rutina, de lo obvio, y extrañara su secreta complicidad. Era muy probable que después de la cerveza y el cigarrillo ella sintiera la necesidad de enviarle mensaje para engancharlo otra vez a su historia. Pero pensándolo bien, era mejor darle la oportunidad de ser “contento” hasta que durara y si era para siempre, no había más remedio que aprender a convivir sola con las frías noches de lluvia.

 

ESCRIBIR

 Mi amigo David (el roto Quezada) me dijo el otro día que yo debería volver a las pistas, que uno era feliz cuando hacía lo que le gusta y que si se trataba de escribir, yo sabía escribir historias. No quiero sonar ególatra, pero si creo que sé escribir historias, porque me gusta mucho hacerlo y por lo tanto me he propuesto volver a las pistas aunque sea a través de esto y no dejar tan botado mi cyber espacio. El papel no aguanta las inclemencias del tiempo y la tinta del lápiz se acaba, sin embargo me han servido para guardar algunos escritos recientes mientras encuentro el momento de arrancarme hasta acá nuevamente.

POLLITOS

 Algunos dicen "como ha pasado el tiempo, volando!" Pero nosotros hemos vivido este año intensamente, conscientes de cada minuto que ha pasado por nuestras vidas. Hemos sufrido, llorado, reído. Caminamos juntos hasta acá en busca de nuestro hogar y si no fuera por ellos, mis mejores amigos, no podría levantarme cada mañana para comenzar el día hasta el fin. Los amo, los adoro. Son mis pollitos del alma, los mejores hijos que una madre podría tener, fuertes y alegres, perseverantes y buenos compañeros. Ya casi han vivido un año en este mundo que no es amable en recibirlos, pero saben pararse con la frente en alto y con sus ojitos hermosos que parecen entenderlo todo. Y aunque pasen mil años, seguirán siendo mis pollitos del alma.

LA MISMA DE SIEMPRE

 Han pasado diez mil huracanes por mi cabeza y aun sigo siendo la misma de siempre. La gente se asusta cuando escucha mis comentarios altamente ácidos sobre todo, incluso sobre mis amores, pero es simplemente mi tonta forma de ser. Me miro al espejo en el ascensor de mi edificio y a pesar del coche doble que llevo delante, de las cicatrices imborrables de un pasado doloroso, de los viajes de ida y de vuelta para encontrar mi hogar, veo el corte de pelo del diablo reflejado como siempre, con un par de años más que antes, pero con la misma fuerza y hambre de revolución, mi propia revolución interna que a veces me hace caminar rápido y sonriente por las calles al ritmo de mi nueva música de siempre.

CANSEI DE SER...

 Fui en subida y cai mil veces. Me paro, descanso, corro, camino, descanso, duermo, trabajo, amo. Tantas emociones han pasado por mi este último tiempo que no puedo quejarme de no sentir nada, sin embargo hoy siento hastío de la rutina, de las mismas caras poco amables y bi polares que poblan mi lugar de trabajo. Hoy quiero más, merezco mucho más. Pronto emprenderé mi camino, no hay nada que me ancle a ese lugar.
Siento hambre de rock n' roll!

DESDE MI CIELO

 Larga se me hace la semana y rápida pasan las horas del día allá arriba donde estoy viviendo.
Nadie pensó que sería capaz de soportarlo, pero las circunstancias me obligaron a ser fuerte seguir adelante como debe ser. La señora del almacén dijo que me ganaría el cielo, sin embargo creo que cualquier mujer en mi situación hubiera aperrado igual, no es nada del otro mundo.
 Pero debo admitir que a pesar de sentirme a ratos un poco triste de estar sola con mis cachorros, es reconfortante tener mi rinconcito lejos de todo, tirarme en el piso a jugar con los niños y sintonizar la Horizonte para bailar con ellos al ritmo de mi música. Somos pobres pero libres, felices la mayor parte del tiempo y observo inspirada las luces de la ciudad por la noche mientras disfruto de mi vida aqui, desde el cielo.
 

HOGAR

 No tendremos grandes lujos ni comodidades. De hecho, las pocas cosas que habrá en nuestra casa serán media regaladas y media compradas con mucho esfuerzo. No tendremos un patio grande para que corran los niños junto con perros tiernos y juguetones. Seguiremos viendo tele en un aparato análogo hasta quizás cuando, pero las noches no serán menos cálidas por eso. No será grande nuestra casa, al menos por ahora, pero prometo que la haremos nuestro hogar, acogedor, ordenado y lindo, para que al volver del trabajo encontremos nuestro rincón, como siempre quisimos.