Thursday, November 30, 2006

1 Y 2 DE DICIEMBRE

Apoyemos a la Teletón!! Antes de ir de carrete este fin de semana, haz tu depósito en la cuenta 24.500-03.
Sé que algunos no le tienen confianza a Don Francisco y creen que la gente de la televisión aprovecha este espacio de 27 horas al aire para mostrarse y vender su propia imagen. Pero lo que importa es la causa.
Benjamín tiene 7 años. Nació con un síndrome que, entre otras cosas, tiene la particularidad de no desarrollar tonicidad en los músculos, lo que significa que no podía con su propio peso, ni el de su cabeza, ni el de sus brazos, ni el de sus piernas. Su cuerpo yacía como el cuerpo de una persona muerta. En ningún hospital público ni privado de Chile hay terapias que puedan contrarestar esta discapacidad, excepto en la Teletón. Es por eso que a este centro concurren personas de todas las edades y clases sociales, sin costo alguno para ninguno de ellos.
Gracias a la Teletón, Benjamín aprendió a caminar, a parase derecho y sostener su propio cuerpo. Gracias a la Teletón puede jugar ahora como un niño normal. Él es mi sobrino. Nadie más en la familia tiene algún tipo de discapacidad. Esto le puede ocurrir a cualquiera.
Es por eso que le doy este espacio a la Teletón. Todos necesitamos de ella. Si no es por ti, hazlo por el que está a tu lado. Coopera.

Friday, November 24, 2006

QUENTINHAS

Sexta, 24 de novembro de 2006, 18h01
Monge decepa pênis por ereção durante meditação

Um monge budista tailandês decepou seu pênis com uma machadinha depois que teve uma ereção durante sua meditação. O homem se recusou a ter o membro implantado, alegando que estava renunciando aos prazeres da carne.

O monge de 35 anos, cujo nome foi mantido em sigilo, permitiu que uma equipe do hospital Haharaj lhe fizesse um curativo, mas recusou a reimplatação. "Limpamos a ferida, demos os pontos, mas ele recusou que lhe recolocássemos o pênis", disse Prawing, médico que tratou do homem.

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(Terra popular)

Wednesday, November 22, 2006

CUIDADO! MUCHA INFORMACIÓN

Hay quienes temen exponer su vida o sus ideas en un blog frente a todos quienes quieran leerlo. Hay otros que se rehusan a crear un fotolog porque no lo consideran necesario o simplemente porque sienten que no tendrán el material suficiente para llenarlo a menudo. Hay quienes evitan hacer amigos por chat o dar mucha información sobre sus cosas privadas. Y yo lo entiendo, porque a pesar de escribir un blog, uno nunca sabe qué intenciones tienen quienes te leen, nunca sabemos si estamos ventilando demasiado o no. Puede sonar paranoico, pero a veces la información que se entrega puede ser mal utilizada por malos intencionados.
Mi idea es el ejercicio puro de escribir, esperando que personas normales y sin otro propósito me lean de vez en cuando y compartan mis escritos. No todo es real, no todo es ficticio. No pretendo trascender ni tampoco ser olvidada. Pretendo al menos ser una anécdota de un día de ocio, cuando alguien se tomó el tiempo de leer estas palabras, y luego de darles unas vueltas por su cabeza un par de minutos, guardarlas en la memoria inconsciente de lo que alguna vez supo y luego olvidó.
Quien escribe es su propio administrador. Yo decido lo que sabrás y lo que no. Tu creeras lo que quieras creer de todo esto. La certeza no está en juego aqui, solo la imaginación.

Monday, November 20, 2006

VOLVER

5 minutos antes de la hora acordada estaba parada en la estación de metro esperándolo. Afuera hacía calor y con mis nervios, mis mejillas estaban notablemente ruborizadas. Pero no quería que él me notara nerviosa. Quería verme segura, asi como me siento hoy.
Acomodé mi pelo frente al reflejo de un aviso publicitario en negro. Me veía bien, pero nunca era suficiente. Miré mi reloj nuevamente. Ya era la hora, pero él nunca había llegado a la hora. Caminé por ahí, leyendo cuanta propaganda gráfica había. Él podía llegar en cualquier momento y esperaba sentirme lista para volver a verlo. Ojalá que se sorprendiera al verme, ojalá note mi cambio, ojalá quede anonadado de ver a esta nueva mujer. Porque cuando estaba con él, hace ya más de un año, era una chica distinta. La depresión que me dejó al terminar conmigo me hizo bajar al menos 3 tallas y ahora no tenía miedo de mostrar un poquito más mi cuerpo. Además ya no era estudiante, era toda una mujer y eso se nota en la mirada, en los gestos, en la manera de ver la vida, con mayor seguridad, con más sensualidad, con más inteligencia emocional. Él tendría que notar todo eso y pedirme que volvamos. Ese era todo el propósito de mi reencuentro con él, el gran amor de mi vida. Al menos ya sabía que estaba soltero, sin compromisos, fue lo primero que averigué cuando volví a saber de él.
La gente se reunía a mi lado y salían del metro rumbo a sus panoramas y yo aún ahí, esperando que él llegara. Miré mi reloj por décima vez ese día y me dí cuenta de que lo minutos habían pasado rápidamente. Pensé que tal vez lo había olvidado, o tal vez tuvo alguna emergencia en el trabajo y debió quedarse, o simplemente era probable que se había arrepentido de esta cita y ya no quería volver a verme. Y justo cuando mi cabeza imaginaba miles de excusas por las que él no vendría a mi encuentro, suena mi celular. "Hola, disculpa, tuve un inconveniente, pero ya voy en camino". Tendría que seguir esperándolo algunos minutos más, como era costumbre en la época en que estabamos juntos. Siempre tenía una excusa para llegar tarde, siempre tenía que esperar. Y había esperado ya más de un año para volver con él, me había preparado, me había puesto linda en medio de todo el sufrimiento que me causó su partida. Pero trajo buenos resultados, pues ya no era la gordita desaliñada de esa época, ya no era la chica que se quedaba en casa esperando el llamado de su novio para invitarla a salir, ahora tenía mi propio mundo, tenía nuevos amigos, tenía nuevas aspiraciones en la vida. Me sentía como toda una mujer, con nuevos aires, más segura de mi misma.
Así, como una nueva mujer esperaba en la estación a que el hombre de mi vida llegara y me viera y se reenamorara de mi y me pidiera que volvieramos. Ahhh, de pronto me di cuenta de que todo era muy complicado. Él seguía siendo el mismo, yo había cambiado. Realmente valía la pena poner todo lo mio a su merced y voluntad? Quería volver a ser la novia aburrida del chico que siempre se hace esperar? Sólo quedaban un par de minutos para decidir mi vida futura. Podía quedarme esperando y cruzar los dedos para que me vuelva a querer o podía dar media vuelta y continuar mi nueva vida así, tan bien como va hasta ahora.
Mi celular sonó por segunda vez en ese rato. Era mi amiga la Maca.
- Hola, donde estas?
- Estoy acá en la estación de metro.
- Ah!, nosotras vamos a reunirnos en la casa de Rodrigo a tomar unos tragos y ver una película... Qué estas haciendo?
Y fue en ese momento en que me dí cuenta de que no valía la pena seguir esperando.
- Estaba esperando a alguien que ha demorado mucho en llegar. Creo que ya es tarde.
Me miré nuevamente en el reflejo de la vitrina y arreglé mi pelo.
- Espérame, Maca. Paso a buscarte en un rato y vamos donde los chicos. Ya estoy saliendo de aquí. Aún estoy a tiempo, cierto?
- Sí, aún estás a tiempo.

Wednesday, November 15, 2006

MI CHICO

Mi chico en la playa cuando aún era adolescente, con una sonrisa dulce, tan linda como aun la tiene y que me deja pegada como imbécil mirándolo. Qué lindo es el amor!, qué estúpida como me siento!, qué simple son las cosas que te encantan , como esta foto que me cautivó la primera vez la que vi entrando a su casa, cuando éramos solo amigos. Él es ahora mi chico.

Tuesday, November 14, 2006

EL CASAMIENTO

El casamiento de la Pris fue hermoso. Mágico y solemne y lleno de amor. Mi chico y yo caminabamos por la luna, o por el planeta rojo, o por el planeta de donde ella proviene, lleno de sus "compatriotas". Pero nos recibieron bien, nos acogieron como si no fueramos los bichos raros que somos. Rodrigo, el novio, de pie a la entrada dándole la bienvenida a la gente, elegante, ansioso, nervioso, viendo venir su vida futura.
Todo parecía bastante común, excepto por ese aire de aldea que nos rodeaba, de gente que se conoce desde siempre, que se siente familiar del otro, que pretende estar en todo, ayundando a sus hermanos. Tomamos asiento y esperamos una larga y acalorada hora. De pronto, ella: la Pris vestida de blanco entrando al salón, linda, brillante, limpia, nerviosa, majestuosa, con un rosetón damasco detras, como se empecinó en usar. Yo la miré y no pude creerlo. Mi amiga Priscila, la niña de la infancia, mi hermana de tantas historias, mi compañera de colegio, mi compañera de la vida. No pude evitar retener las lágrimas dentro de mis ojos, me latió fuerte el corazón. Qué nostalgia de nuestras vidas! Me sentí feliz por ella. Quisiera haberle gritado que le deseo la mayor felicidad que una persona como ella puede merecer. Estaba hermosa.
El paso siguiente fue una ceremonia formal pero cercana. Las palabras del tío Samuel fueron precisas y alentadoras. Hasta yo quise tener a mi Adán por el resto de mi vida acompañándome en el camino. Y recién en la sesión de fotos pude saludarla. Pocas palabras salieron de mi boca. Aún no me sacaba la emoción de encima. Ella me habló como siempre para relajarse un poco y hacerme sentir más cómoda de paso.
Luego el viaje fue hasta la fiesta. Tomamos un autobus y bajamos en un campo cerca de casa. Cerca, pero no tanto. La noche olía a primavera y el aire se batía entre brisas y estrellas de verano. Conversamos por el largo camino de tierra hasta la casa de recepción. Siempre son buenos los ajustes cuando estamos a tiempo.
En la recepción, la misma gente que divisamos en la ceremonia. Tomamos nuestros asientos como fueron designados. Ella había pensado en todo, especialmente en nosotros, los extranjeros, para que nos sintieramos como en casa: Gabriel, la mane, Yanira, Carlos y su esposa. Fue un buen grupo. Comimos harto, nos reimos mucho. Juan Pablo encajó mejor de lo que pensamos. Los novios llegaron y se sentaron en la mesa de al lado junto con sus padres. El vals de los novios vino en seguida. Ellos parecían dos muñecos, dos personajes sacados de un cuento. Me llené de encanto otra vez. Y cuando la Pris sacó a bailar a su padre, don Hugo, me atoré en lágrimas nuevamente, porque se me vino a la memoria la imagen de mi padre danzando conmigo en la pista, en un recuerdo inexistente que espero sea real algún día.
La noche siguió con varias otras ceremonias: los saludos a los novios, la torta y finalmente el karaoke. No pude dirigir mis palabras a ellos en publico. Me acerqué sigilosamente a su mesa y les dije lo feliz que me sentía por estar compartiendo ese momento con ellos, lo grata que había sido sentir su cariño y preocupacion hacia nosotros y les entregué mi mejores deseos de felicidad. Y cuando llegó el momento del baile, tomé de la mano a mi chico, que dice no saber bailar, y movimos el esqueleto un rato al compás de unas cumbias y ritmos tropicales. Fue todo un espectáculo. Comimos la torta más tarde y arrancamos del karaoke antes de salir como losers por la puerta de atrás.
Dejamos a los novios atrás, con su nueva vida, con su luna de miel, con sus recuerdos del día más importante de sus vidas y nos encaminamos hacia casa, tarde en la madrugada, de la mano firmemente, contentos por haber sorteado exitosamente otro episodio de nuestra historia juntos.

Wednesday, November 08, 2006

Y ASÍ SE VINO Y ASÍ SE FUE

Nada como lo había planeado, o al menos, casi nada. A mi chico todo le quedó chico o apretado. No es porque esté más gordo, como le digo yo para molestarlo, es solo que el exceso de ejercicios ha aumentado el volumen de los globos que tiene bajo su piel, esos que dan ganas de reventar, esos que son la envidia de muchos, incluyendome. Entonces decidimos un look "casual", ad-hock a mi look black oriental. El resto de los acompañantes, o sea, madre y padre tuvieron que quedarse en casa por razones médicas y ya era muy tarde para invitar a alguien más. Así, huérfana, me tomó la mano fuerte y me llevó donde le indiqué, media asustada, media ansiosa, acalorada en plena tarde, con la espalda derecha y mis hombros descubiertos lo más recto posibles, como debe ser.
Nuevo edificio. Era la primera vez que entraba ahí. Gente afuera, algunas caras conocidas. Después de confirmar mi asistencia en la entrada, ingresamos al caótico lugar. Mi antiguo novio me dió el primer saludo, el chico con el gasté casi 5 años de mi vida, de la mano con su nueva novia, caminando junto a su madre, mi antigua suegra, tan arisca como siempre, que recibió mi saludo tímida y me hizo recordar lo que fui, lo que fuimos.
Mi chico me apreta la mano: él está conmigo, no estoy sola. Nos separan al comienzo. Yo debo tomar mi lugar con los de mi carrera, él debe subir con el resto de los invitados. La Paola Dumay y mi amigo Niccolo fueron mis acompañantes. Sentados juntos, comentamos toda la ceremonia para no quedarnos dormidos entre tanto discurso "artístico-sensible-sentimentaloide". Al correr de los minutos, divisé caras conocidas, reencontré antiguos maestros, rememoré viejas historias de adolescencia, del tiempo en que era estudiante y era parte de ese equipo, pero en otro lugar lejos de ahí. Sin embargo no hubo mucha nostalgia, no hubo "saudade", sólo recuerdos que venían a mi mente como fotogramas de un filme. No hubo ganas de llorar. Se acabó de súbito los nervios y solo quedó las ganas de volver a abrazar a mi chico que me miraba desde lo alto, esperando mi turno.
Nos nombran. Al Nicco primero, a la Dumay después y a mi al final. Subo al escenario, temerosa de tropezar y caer. -Damaris!- exclama mi antigua jefa de carrera en su tono carioca-francés, sorprendida de verme, contenta también. Fué bueno. Recibí el abrazo afectuoso junto con el cartón que decía que estoy titulada desde el 2004. Ya lo sabía, pero bueno, había que estar ahí. Posé para las fotos respectivas y luego nos fuimos a tomar nuestros asientos nuevamente. Decidí subir a buscarlo. Quería un abrazo suyo. Caminé por el salón mientras las viejas víboras cuchicheaban mi aparición, comentaban mi look, derimian para saber si estoy más gorda o más flaca, si me veo más vieja o más joven, si luzco más contenta que antes. Yo sólo caminé a paso apresurado y seguro y subí las escaleras hasta encontrarme con una sonrisa, una dulce ironía y un cálido abrazo. Ya estaba hecho.
Siguió el show, siguieron las entregas a otros titulados. Me fui con mi chico a recorrer el nuevo edificio de mi antigua escuela, grande y viejo, majestuoso y laberintico, bastante clásico. Pero no era mio, no era parte de mis memorias. Sólo las historas que lo involucran.
Caminando por los pasillos, solo Don Demetrio el auxiliar de aseo y la recepcionista me reconocieron y me saludaron afectuosamente. Para el resto era una desconocida, perdida en una nueva apariencia, de la mano con mi nuevo amor.
Volvimos a sentarnos para escuchar la parte final de la ceremonia y aplaudir a los que conocía. Una banda surfin' culminó el evento y luego todos a beber un trago. La mamá de la Dumay nos tomó unas fotografías para el recuerdo, para que no olvidemos que alguna vez nos conocimos y vivimos juntos algunas experiencias.
Me quedé solo un poco más, para terminar de cerrar el círculo. Eché una mirada a todo y a todos y emprendimos el viaje de vuelta a casa, dejando atrás todo lo que fui, caminando hacia adelante, hacia lo que viene, vestida con lo que hoy soy, de la mano con lo que tengo.

Friday, November 03, 2006

SOCIABILITY

Es probable que si un día sufro un accidente o caigo en el hospital, nadie se entere, nadie más que el estricto círculo de mis padres, mis hermanos y mi novio. Eso porque no soy una chica muy sociable, si no todo lo contrario. Sin embargo mi padre, que hasta hoy por la mañana estuvo una semana y media poco a poco saliendo del peligro de muerte del hospital, ha recibido un millón de buenas vibras, muchos de saludos, miles de llamados telefónicos de personas que quieren saber de su salud. Eso porque tiene muchos amigos, porque ha sido un buen hermano y un buen compañero de trabajo, ha sido su vida entera un hombre bien sociable. Yo he adoptado por defecto el rol de relacionadora pública de este señor Carlos Toledo y me la he pasado repitiendo a las personas los diagnosticos diarios que nos entregan del hospital.
Así, sin blog ni flog ni msn ni nada de tecnología, mi padre está rodeado de gente que lo quiere y que se preocupa por él. En cambio yo, si no fuera por este diario de vida virtual, es probable que nadie se entere de lo que me pasa. Pero así somos, personas distintas con la misma sangre. Yo soy así no más, no hay nada que hacer. Eso es ser piola.

PD: Gracias por todas las buenas intenciones y buenas vibras que le enviarion a mi padre. Ojalá le sirva para que se quede con nostros un buen tiempo más.