RAINY DAYS

Toda mi estupidez aflora cuando llueve en Santiago. Lo trato de evitar, pero adoro la lluvia. Y para colmo tengo a mi partner Donny que es otro loco. Estos ultimos días no ha parado de llover en la capital. Miles de cuicos innundados, otras tantas personas de bajos recursos. Yo, aqui en medio de este olvidado lugar, me deleito mirando al mundo sumergirse en estas gelidas aguas que vienen del cielo. Todo colapsa, todo se detiene, la gente no sale de sus casas, las clases se suspenden y yo, muerta de la risa salgo para purificar mi alma. Pendeja, lo sé, uno de mis grandes pecados es disfrutar el serlo.
Hoy había parado de llover. El sol estaba asomando, cuando un fuerte trueno sonó encima de nuestras cabezas. No pasó mucho tiempo cuando Toshio vino en busca de Chinin Chin Chini. Agarré rápidamente mi abrigo y salimos a ver la lluvia caer, de hecho, esperabamos nieve, pero no nos mereciamos tanto. Corrimos, sin rumbo, empapandonos enteros, dos cabros chicos, hasta que decidimos tomar el auto en busca de la nieve. MMmmmmmmmmm, pero nada. Ya todo había parado. En el cielo había una batalla furiosa entre el sol y las nubes, las negras llenas de agua y las blancas lindas y esponjosas. El espectáculo era hermoso, te sientes diminuto frente a tanta inmensidad. Las calles mojadas, las flores del ciruelo cayendo como en japón las flores de sakura.
Volvimos sin energias a nuestras casas, desilusionados porque la lluvia había parado, esperando que otro frente de mal tiempo viniera... pronto, plizzzzzzzzzzz.