Recuerdo que en Charlie Brown, había un personaje llamado Lucy que siempre se ponía con una consulta ambulante de lo que fuera y cobraba sólo 5 centavos. Estuve pensando esto después de darme cuenta de que sería un buen negocio poner mi propia consulta luego de convertirme en el pañuelo de lágrimas de tanta gente.
Me detengo para escucharlos, los miro con esa mirada que asusta a las mujeres y que hace pensar a los hombres que son mi objeto de deseo. Sólo debo esperar unos instantes para que comiencen a echar fuera sus más intimos pensamientos, sus temores ocultos, sus problemas cotidianos o las más grandes banalidades. Alguna vez pensé estudiar psicología, porque creí que tenía el don de ser buena oyente y que mis consejos daban resultado. Pero luego me di cuenta de que con mis rollos me bastaba y me sobraba. En fin. Tantas personas han pasado por mi consulta... tantos amigos, amigas, parientes, ex novios, incluso desconocidos, que ya he perdido la cuenta. Me parece divertido de cierto modo que vean en mi a una persona de confianza. Me parece divertido que crean que los miro especialmente como diciendo "estoy aqui para servir", siendo que esa es mi única forma de mirar, siempre a los ojos. Me parece irónico que me de el tiempo de escuchar y solucionar los problemas de los demás cuando mi vida es un verdadero desastre. Pero de todos modos es una buena forma de recolectar historias en mi memoria a las que algun dia echaré mano para crear mis propias historias. Al fin y al cabo, ese es mi negocio.
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