Puede ser que no sea la mejor alumna de su curso (como su hermana), ni tampoco la mejor compañera. Es bien probable que no sea la niña linda a la cual persiguen todos los niños de su edad. No es el estereotipo de la chcia de moda, siempre cool pretendiendo tener más años de los que tiene. Ella definitivamente no es como yo a su edad, ni menos como su madre. Sin embargo debo decir que su actitud hoy a los 12 y antes a los 5 años siempre fue la misma: segura de sí misma, regalona y guagualona, pero defensora de sus hermanos y su familia. Ella se siente contenta con lo que es y a mi me gusta. La Pili es la niña que yo hubiera querido ser a su edad, piola pero poderosa, alegre e independiente, que va de frente por la vida sin miedo a ser quien es. Es distinta a sus hermanos - cada uno con un encanto propio y marcado- pero siente en la sangre el lado fuerte de sus apellidos.
Es mi sobrina, mi niña linda y chiquitita, potencial mujer fuerte que hoy mira con ojos poderosos la vida desde su humilde rincón.
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