RECHARGED WITH LOVE

No estaba muerta, andaba de paseo. Y hoy vuelvo más viva que antes, mucho más de lo que estaba hace unas semanas. Estas vacaciones tardías llegaron en buen momento y fueron como un lindo suspiro que me limpió el alma. Me volví a enamorar, me volví a encantar con las cosas simples, me divertí con la aventura y puse en práctica la experiencia sobre la vida diaria que llevo a cuestas.
Me gustó fotografiar los momentos, los lugares que no conocía y recordar otros por los que pasé cuando era niña. Cada rincón tenía su magia, pues la playa desierta es algo que me apasiona, que nos apasiona a mi y a mi chico.
Pasamos nuestro día de aniversario número 3 completamente solos, disfrutandonos al máximo, sintiendonos libres y lejos de toda rutina. Me encantó todo y cada una de las cosas que vivimos estas vacaciones (excepto por los zancudos que hicieron de mi cuerpito un buffet libre)
Vuelvo a trabajar con nuevos aires, aunque sé que pronto me llenaré de los vicios de la gente de mi ciudad. Pero en mi recuerdo los maravillosos momentos se me quedarán grabados en la sangre, en mi paso liviano, en mis oídos como música, en mi nariz los aromas de todos los paisajes que recorrimos, de las comidas que saboreamos, de la sopa al anochecer en la cama, juntitos, regaloneando y disfrutando todo nuestro amor. Me quedo con todo lo vivido. Vengo recargada.