MI 2012

Mirando hacia atrás en este año, puedo decir que mi balance personal fue positivo. Comenzando el año finalmente nos reunimos los cuatro en nuestra casita del árbol y poco a poco nos fuimos reencontrando con nuestras costumbres y egos. No fue fácil para mi acostumbrarme a estar acompañada nuevamente. A regañadientes me hice una rutina solitaria y auto controlada con mis gastos, mis horarios y todo lo que involucra el vivir y de pronto, cuando ya casi había perdido las esperanzas, llega él nuevamente a nuestras vidas. Y me dio vueltas todo mi orden, me sacó del presupuesto por un rato, se acabaron mis ratos libres y se convirtieron en momentos llenos. Fue raro, fue bueno, fue difícil, ha sido un desafío desde el comienzo. Yo soy difícil como pareja, como mujer, como ser humano. Doy harto y exijo harto también, me gusta siempre salirme con la mía, me gusta hacer cosas y sé que agoto las energías de los demás y las mías también. Pero este año agradezco haber logrado una paz que nunca antes había logrado.
 Seguimos creciendo. Mis hijos ya no son bebés, caminan, corren, saltan, hablan, tienen ideas y pensamientos, aprenden a mentir, hacen travesuras todo el tiempo. Ya no somos dos y dos, somos cuatro en la familia, cuatro seres completos. Para el 2013 espero continuar con la tarea de lograr la felicidad y realizar nuevos sueños, proponerme metas y cumplirlas. Crecimiento es lo que busco, la base ya está fundada, al menos es lo que siento.