ARIGATO

Dia brillante, oscuro, oscuro dentro. A veces simplemente nada te hace sonreir, nada, ni siquiera eso. Caminé por un camino ya recorrido hasta llegar allá. Fue solo un supiro del viento, un abrazo con la niña, un adios apresurado. Nada salía bien, yo dormía poco. Me negaba a estar tranquila, por primera vez, era solo yo contra mi dilema, nadie más a mi lado. La caja que siempre guardaba debajo de la cama estaba abierta y no podía evitar mirar lo que había dentro.
Tarde brillante, oscuro, triste y dolido dentro. No el mismo dolor de siempre, no la tristeza que me hace ser, esto era preocupación. Chinin dormía, la extrañaba un poco. Lo llamé a Toshio y fui a su encuentro. Ya no era él, era Conan, el niño del futuro, totalmente libre, totalmente silvestre, ligero como el viento. Me hizo reir, me hizo entrar al mundo del que fui parte después. En su habitación un gran tesoro me esperaba: Hauru no ugoku shiro. OMG!, shotta matte, ne! Fue algo que no pensé ver en ese momento. Las luces se apagaron y comenzó la historia. Hayao me tomó la mano y me llevó a volar, asi como tengo miedo de la altura, asi mismo amo el vertigo y el viento en mi rostro. Hayao me llevo de paseo, Conan iba a mi lado. No supe como de pronto solo sentía gratitud y satisfacción, como si hubiera comido un gran helado de fresas, sentada en las nubes junto a mi amado.
Cómo de pronto, cuando todo esta negro, puede venir algo de súbito que te haga sentir plena! Yo queria ser Sophie, yo quería que el fuera Hauru. Olvidé mi vida por un minuto. Arigato gozaimasu, Miyazaki-san!