EL SECRETO, EN LA MONTAÑA

No entendimos bien el motivo por el cual ocurrio todo. Nos cuestionamos el porque del comienzo de las cosas. Alcohol, locura, soledad; asi comienzan tantas historias... Tantas que ya hemos vivido todos. Y coemenzar a amar? Enamorarse de alguien que no esperas? Eso también lo sé. Tal vez Jack si lo esperaba, enamorarse de Ennis, pero Ennis.... no lo se. Así con un abrazo o con cualquier tipo de cercanía con otra persona tu mente se echa a volar, tu piel pide mas y tu corazón se siente acogido. Amor es amor, no importa el género. Uno ama a la persona por lo que es, por lo que te entrega, por lo que te hace sentir, por lo que tienen en comun y por lo que te enseña. A mi dificilmente me podría gustar una chica, básicamente por lo que son: víboras. Pero entiendo que las personas se puedan enamorar de los chicos, porque dejan algo en el aire, algo en su caminar y en su mirada, que no quiere vender más que la simpleza de lo que son. Si son jotes, se nota, si son casanovas, tambien, si son nerds, lo son a concho y si son chicos sensibles la gente se burla de ellos y eso los hace mas encantadores.
Escondidos en la montaña, estos muchachos son lo que son, en el amor me refiero. Aman simplemente sin pensar, como debería ser. La gente se asombró, se incomodó, rió incluso como para pasar el trago exotico. Yo quise llorar al final: siempre estos amores encierran finales tragicos, los amores puros y verdaderos, desinteresados, que te rompen la piel, pero te alimentan el corazon. Qué importa el genero! Amor es amor y punto. Cualquiera puede romperte el corazón, cualquiera puede ser despreciado por tus padres, cualquiera puede querete mas o menos que tu a él, cualquiera puede hacerte feliz y ser tu media naranja, lo que siempre quisiste y lo que siempre extrañaste, lo que siempre buscaste y un dia encontraste.
Todos tenemos nuestro escondite tras las montañas, lo importante es que un dia salgamos a relucir, delante de todos, con tu amado tomando tu mano, parados frente al mundo sin temor alguno, para dejar al resto encadilado con el resplandor.