DAR Y RECIBIR

Nunca creí en el viejo pascuero, al menos, hasta lo que recuerdo, pero sí me he llenado siempre de un gran espiritu navideño cada diciembre de mi vida. No creo en el viejo pascuero y no espero muchos regalos para mi, sin embargo me encanta, me fascina hacer de vieja pascuera y comprar regalitos a mis seres queridos.
Para algunos esta época es un asco: mucho calor, mucha gente comprando a última hora, enjambre de mujeres en los canastos de ofertas en las tiendas, mucha bulla de vendedores que ofrecen sus productos a viva voz. Aun así, a mi me gusta ir de compras, caminar lo que sea necesario, escabullirme entre la multitud para encontrar el presente preciso, el detalle para cada persona, algo que le saque una sonrisa y que se convierta en un pequeño tesoro. Me gustaría tener más dinero y mas tiempo para preparar cada regalo. Me gusta mucho más regalar que recibir. Me gusta reunirme con mi familia frente al árbol de navidad con recuerdos de niñez, con nostalgia del pasado, con alegría en el corazón. Ese es mi mejor regalo.