Saturday, July 01, 2006

LO SIGUIENTE

Mundial de fútbol. Me gusta. Cada vez que se juega, trato de verlo, pero esta vez, por motivos laborales, no tuve la oportunidad de ver tanto. Sólo en estos días que estoy en casa descansando. Pero creo que los países estan flojos, jugando mal, corriendo poco, definiéndose a último minuto. Y hoy se fue para la casa Brasil, el favorito. Triste para mis amigos queridos.
Estos días he tenido la suerte de vivir experiencias nuevas, sensaciones lindas, de crecimiento emocional. He vivido cosas que no había experimentado antes y que se veían poco probables en mi vida. Y eso me hace sentir infinitamente feliz. Pero mi felicidad le incomoda a algunos y les duele a otros que prefiero tratar con cuidado. No suelo restregarsela a nadie en la cara, pues es algo mio solamente, y todos sabemos que la felicidad es un tesoro escaso que se va de pronto, sin aviso.
Y con toda la alegría alrededor, siempre tengo tristeza dentro, pues nada es completo. Los amigos se ven poco, los queridos se distancian, los compañeros dejan de acompañarte.
Agradezco mi tiempo en casa, mi momento para descansar, dormir y escribir. Extraño hablar con Santi cuando no puedo. Disfruto un sábado lejos de la bulla, sobre todo en invierno, aunque parezca fome y antisocial, durmiendo temprano en mi cama calentita, con olor a galletas y leche.
Fre me manda la foto de la pandilla, carreteando en las noches de verano por la capital, y me viene la nostalgia de ellos. Al chico lo estimo como si fuera un hermano. A Leo lo respeto, con su locura y pasión. Al Fre lo admiro por su power y estilo. Las circunstancias nos separan, el cariño los trae de vuelta a mi.
Hoy salí con Catalina que cumplía 5 años. Nunca había querido salir conmigo, le daba miedo. Debe ser que me ve pendeja aún, sobre todo cuando nos reunimos a bailar a pata pelada. Tenía susto de salir con esta tipa solas, lejos de casa, en un microbus. Pero la convencí y fuimos. Fuimos de shopping, como le dije a ella para que sonara atractivo. Compramos ropa, una muñeca y luego fuimos a comer. Pasamos al supermercado oriental a ver cosas lindas y compramos sopa y palillos. El día estaba soleado y caluroso, al menos lo suficiente como para ser invierno. Poco a poco se fue soltando y ya le parecía divertido esta salida con la tía. Volvimos a casa más tarde, con hartas cosas para contarle a la familia. Yo me sentía dichosa de haber conquistado a otro niño, a la más rebelde de mis sobrinos, a la más sociable también. Algo difícil para alguien como yo.
Y se viene lo siguiente, los días y las horas que nos separan, los días de trabajo, el reencuentro con mis compañeros. Mientras yo viajo por las nubes, rogando porque los días lejanos pasen pronto y los días cercanos sean eternos. Ellos saben lo que me pasa, pero que nadie más se entere.

2 comments:

Anonymous said...

bosta de time brasileiro!!!! jogadores safados!!!!

Anonymous said...

dont't talk to me about brazilian national team...was awful, very very awful...was a big shame!!!

i hate them!!!!

mercenaries!!!! they play just for money, money, money, money, money, money...

they aren't really brazilians!!!!