UNA VIDA SIMPLE, UNA EXISTENCIA NORMAL

- Y de dónde es tu pololo?
- Es de Rancagua.
- Y para qué te buscas un pololo tan lejos?
-....

Recuerdo a Germán. El fue algo asi como mi primer pololo. Y digo eso, porque nunca me pidió pololeo, simplemente me presentó frente a sus amigos como "mi polola" y ahí supe que eramos pololos. Y sinceramente, no me gustó. Porque Germán no me gustaba mucho, simplemente besaba bien. Teníamos ambos 14 años, habíamos sido compañeros de colegio en primero básico y en el cumpleaños de Galo nos reencontramos. Él vivía en San Antonio, en la costa de Chile y venía los fines de semana a ver a su abuelita. Era en esos momentos en los aprovechabamos de estar juntos. Pero no tenía ninguna intención de llevar muy lejos el romance con él, pues a los 14 sólo me arriesgaba a ir a una fiesta dentro de mi propia comuna. La distancia nos terminó por separar, el desencanto también.
Luego se me viene a la mente el fallido romance con Elvis, un chico que ya tiene un nombre fuera de lo común. Lo conozco por carta, nos hacemos amigos, nos encontramos, el me quiere, pero yo no a él, después yo lo quiero, pero él no a mi, luego nos queremos ambos pero somos demasido ñoños como para admitirlo y finalmente nos olvidamos.
Después Hugo de Peñaflor, hermano de mi amiga y compañera de colegio la María Ester, estudiante de universidad, 24 años, cuando yo tenía 15. El tiempo y la distancia nos jugaba en contra, también el hecho de que él tenía un rollo no resuelto con su hermana. Terminó por patearme el día de mi cumpleaños, por teléfono, claro. Y después de dos semanas supe que estaba saliendo con la María Susana, una chica de mi grupo de amigas. Ella le dió lo que yo no estaba dispuesta a esa edad. Ahora están casados y tienen un hijo.
Con Alberto todo parecía perfecto. Dos hijos de puta mal paridos y soberbios, ambos listos, ambos ambiciosos, ambos odiosos, viviendo cerca, hijos de madres amigas. Todo parecía perfecto, pero lo era más cuando eramos amigos. Aps! olvidaba que él era menor que yo (... que nada pueda ser normal...) por un año, cosa que puede sonar estúpida, pero mientras yo entraba a estudiar una profesión, él estudiaba aun en el colegio. Los mundos distintos nos distaciaron. De todas formas él nunca me quizo tanto. Y yo no me permití hacerlo tampoco.
Luego Rodolfo, el fotógrafo. Clases sociales distintas, madre que me odiaba, hermana que quería asesinarme, sentimientos cercanos, mundos distintos, visiones de la vida que se fueron distanciando con el paso de los años. El muchacho era re piola y yo aun quería salir a divertirme a veces. Me privé de tanto, lo dejé casi todo por él. Pero me hizo fuerte y poderosa. Al final se llevó toda esa fuerza con él y me dejó flotando en el espacio.
Y Freddy... una estrella en potencia. Yo, una administrativa de una empresa cualquiera sin grandes pretenciones inmediatas. Tan cercano a mi, en mundos casi parelelos. Cuando estabamos juntos, nuestro mundo dentro del suyo eramos solo él y yo. Lo desconectaba de todo. Eso nunca es bueno. Debía descender de los cielos para estar conmigo. Finalmente corté el hilo que lo ataba a mi y siguió su camino hacia la cima.
- Y para qué te buscas un pololo tan lejos?
- Simplemente para seguir complicandome la vida... en realidad, y hablando en serio, no busco nada, siempre encuentro curiosidades. Esta vez no fue la excepción, encontrar a un chico tan interesante y que viva tan lejos... da lo mismo, me gusta viajar.