ROLLING TIME

Después de desafortunados sueños tristes sobre Lisa, el dia fue poco a poco cambiando su color. Primero Banido, tan dulce y simpático como siempre. Luego JP que me hace tanto reir. Por la tarde Toshio me invitó a andar en patines. Claro que quería!, como esas ganas de lanzarte un piquero a lo más profundo de un oceano cristalino, sin siquiera saber nadar. Eso fue: ganas de patinar despues de casi diez años de no practicar. Pero Chinin Chin Chini es valiente y solo dijo "Sí".
Vitaminas para mi cuerpo y un poco de dinero para comprar algo y salimos en su nave azul, the kuchizuke caaro. Primera parada: cigarrilos. Segunda parada: destino final. Llegamos a la ciudad empresarial cuando la luna brillaba majestuosa sobre los cielos estrellados de la capital. Zapatillas fuera, patines ajustados. Una solitaria y hermosa avenida; por un lado, modernos edificios, por el otro, aullaban los coyotes y cantaban los grillos. Y simplemente me lancé, media temerosa, insegura, pero llena de adrenalina. Toshio corrió rapido por la avenida, yo me fui con calma.
Jugamos mucho rato, libres, lejos de la civilización. Jugamos mucho rato, hasta quedar exahustos. Volvimos a la nave y nos sacamos los patines para correr descalzos como dos locos por la calle. Me senti libre, fue una sensación agradable. Nos calmamos un poco y nos sentamos a charlar. A la distancia se veía uno que otro animalillo extraño cruzando la avenida, mientras extraños sonido guturales animales emergían de un campo de pasto seco muy alto que se encontraba cercado a nuestro lado. Adrenalina, susto, emoción, alegría, nostalgia de tantas cosas. Pelamos el cable un rato. Volvimos a casa. Antes, pasamos a tomar un helado con baño de chocolate en la plaza del barrio en medio de los jovenes que se lucian un viernes en la noche frente a otros jovenes que tambien se lucian un viernes por la noche. Nosotros solo tomamos el helado, fumamos un cigarrillo y nos fuimos. Toshio estaba muerto, yo no tanto. Hace tanto que no patinaba que me sentí de 15 otra vez. Sé que hay que repetirlo, otra agradable noche en aquel maravilloso lugar.