SUEÑO LUCIDO

Leyendo un libro me encontré con grandes coincidencias que me hacen sentirme parte de este universo. Alejandro Jodorowsky y su Psicomagia plantean varias tesis que apuntan hacia un mismo lado: el incosnciente humano manejado conscientemente.
Siempre sueño, pocas veces he dormido sin soñar nada. Y la mayoría de estos sueños son pesadillas, oscuras escenas de terror, de cosas misteriosas que no muetran su rostro, de seres indescriptibles, de oscuridad incierta, de cosas ocultas que no queren ver la luz. Desde que tengo uso de razón y gracias a mi temprana afición por las pelicuals de terror, mis pesadillas se me repiten día tras día, año tras año, acompañandome a lo largo de mi vida. Algunas ya no vienen más, otras han evolucionado, convirtiéndose en otra cosa. No es nada muy extraño tener pesadillas en la mayoría de los sueños. No es extraño tener sueños recurrentes. Lo que si me parecía extraño y casi siniestro era tener sueños premonitorios y más aún, que en ciertas ocasiones pudiera manejar mis sueños. Me parecía una parte oscura de mi, casi freak y por lo tanto vergonzosa de mostrar. Pero de pronto, al descubrir antes mis ojos las palabras de Jodorowsky, me doy cuenta de que es algo más común de lo que se piensa. Podemos manejar los sueños, entrando conscientemente a ellos y teniendo la fuerza y las agallas suficientes para hecerlo. Ultimamente no lo he practicado, simplemente por pereza, pues se requiere un gran gasto de energía para manetenerse consciente dentro del sueño y claramente uno no descansa totalmente como debiera ser. Recuerdo haber hecho uso de este instrumento varias veces de manera vanal. Si quería comer helados, entonces me dirigia hacia una heladería y pedía la copa más gigantezca que pudiera existir. Si quería volar, solo me impulsaba en el aire y comenzaba mi vuelo por donde se me diera la gana. Claro está, que primero que todo, debía saber que estaba en un sueño y debía estar consciente y no dejarme llevar solo por la ilusión, sino perdía el control de la situación. Pero aun así, hubo muchas ocasiones en que me encontraba yo dentro de una pesadilla, una pesadilla recurrente, donde mi casa se vuelve un lugar oscuro y peligroso, donde seres extraños aparecen, donde existe la montruosidad más grande jamás imaginada que no muestra su rostro, donde hay algo que quiere hacerme daño y para eso se esconde en las oscuridades, rompiendo las ampolletas de todas las habitaciones. En esta pesadilla nunca he podido tener el control. Sé que estoy soñanado, pero simplemente no puedo escapar. Ni tampoco me atrevo a enfrentar al enemigo. Es algo que me sobrepasa.
Sin embrago, es bueno saber que podemos poseer poderes y que estos poderes se pueden manejar. Podemos volar alto para no ser alcanzados o simplemente podemos enfrentar al monstruo hasta que venga hacia nuetro rostro y simplemente nos mate. No es tan malo morir. A veces solo se desvanece. A veces se convierte en un ser hermoso que termina por tomarte en sus brazos y llevarte lejos.
Me parece agradable descubrir que soy parte de un lado B de este mundo, a pesar de ser lado B, es parte de este mundo de todas formas y así comienzo a encontrar mi lugar.