Recuerda esto siempre y es que no cada vez que te miro, es porque me gustas. No cada vez que te observo, es porque te deseo.
No cada vez que te grito es porque te odio, a veces solo te detesto.
No cada vez que te hablo quiero conocerte más. A veces solo quiero información.
No porque te escuche quiero ser tu amiga. A veces es solo mi defecto de pseudo psicoanalista.
Y no siempre que me escapo es porque no quiero verte. A veces me asusta crear lazos que un día se romperán.
Y si no te digo mi nombre, es porque no me interesa que me conozcas. Y si te detesto es porque no comparto tus ideas o simplemente me caes mal.
Y si a veces me doy el tiempo de enseñarte algo, es porque me importa tu evolución. O a veces es mi ego que quiere simplemente dar un paseo. A veces ni la razón tengo.
Y si no te llamo, a veces es porque no tengo tiempo ni energias. Pero a veces si tengo las ganas de verte.
No cada vez que te miro, quiero acusar el detalle. A veces quiero deleitarme con el conjunto, con todo lo que eres, en cada momento de ti.
Que no siempre escriba no significa que no tenga nada que decir, a veces me falta ordenar las ideas en mi cabeza y unos minutos libres frente al PC.
A veces es bueno tomar una posición crítica y odiar lo que no nos gusta. Es siempre bueno ser auténtico, pero con respeto. A veces, eso es bueno.
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