Un año ha pasado desde que se fue. En un año pasan tantas cosas... pero el tiempo no me lo ha borrado de la mente y las heridas nunca cicatrizan del todo. Yo lo extraño, claro que sí, lo extraño más aun cuando lo recuerdo y sé que no puedo pincharlo a su celular para que me devuelva el llamado y me pase a buscar para salir a pasear por la noche capitalina.
Nunca supe bien qué fue lo que pasó, pero a veces creo que no he querido saberlo tampoco. Me impactó tanto la forma de su muerte que decidí alejarme de sus contactos para no sufrir más con los recuerdos colectivos. Pero tengo ganas de ir a visitarlo al cementerio, llevarle unas flores y sentirme más cercana y en paz. No hay mucho más que pueda hacer y nadie puede hacer mucho más por mi. Hoy se cumple un año desde que trágicamente se fue y me quedé sin mi amigo, el que conocía desde el kinder, mi querido amigo Galo.
... aun tengo su número en mi celular.
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