Nuevamente acá. Esta vez llegué justo a tiempo, antes de que el desastre ocurriera en casa.
Un ventanal grande a mi lado y los seis pisos hasta abajo me separan del exterior. La vista es linda, pero no es muy grato saber que tanta naturaleza proviene del cementerio general.
Me incorporo en la cama y echo un vistazo al reloj de la recepción allá en el pasillo. Parecen ser pasadas las 2 de la tarde. Es probable que mis ojos me engañen, porque esta diabétes me hace ver todo borroso, como si fuera un sueño. Los sedantes también. Pero hace un rato ya que las visitas entran a las habitaciones para ver a sus enfermos. Hasta mi cama no ha llegado nadie aún. Sé que los días de semana todos trabajan y se les hace más complejo venir a verme. Aun así, espero a mi esposa que vendrá pronto.
El de al frente no durmió bien. Ninguno de nosotros lo hizo, porque se estuvo quejando de dolor toda la noche y sus crisis alcoholicas le vinieron fuerte. Yo ya pasé por eso, hace más de un año ya, desde que dejé el alcohol. Y no quiero volverlo a vivir. Está mi vida en juego, está el no ver a mi familia nunca más. Me cuesta, pero me mantengo firme.
El de mi lado trajo un aparato moderno, pequeño, en el que podemos ver televisión y también películas en dvd. Yo me contento con esuchar las noticias cada noche para no estar tan desconectado del mundo afuera.
Ya quiero salir. Esta semana se me ha hecho eterna. El de la cama 1 salió de alta ayer y hoy llegó otro, uno con una insuficiencia cardíaca. Está conectado al oxígeno todo el día y es jóven aún. Es una lástima cuando los jovenes caen internos. Yo tampoco estoy tan viejo. Aún me falta ver nacer a los hijos de mis dos hijos menores. Quiero que todos mis nietos me conozcan y me recuerden como un hombre con fuerza y energías. No quiero estar postrado en esta cama de hospital toda mi vida.
Ya han pasado varios minutos y aún no llega mi esposa. Tengo ganas de levantarme y salir a caminar. Pero y si llega justo cuando yo estoy en otro lado? Es probable que se asuste al ver la cama vacía y salga a buscarme y nos perdamos de vista y gastemos valiosos minutos de la visita en tratar de encontrarnos. Me doy cuenta de que estando acá, me vuelvo paranoico, mi cabeza piensa y piensa sin parar. Mejor espero un poco más. Ella ya debe estar por llegar.
WATASHI
- Dari
- Santiago, Latinoamerica, Chile
- Gallo según el horóscopo chino, perteneciente al género viboresco por esencia. Líder por circunstancia, floja de espíritu, trabajadora por obligación moral, preferiría más tiempo libre para mi cerebro y disfrutar la vida con mi familia. La música siempre me salva.
Wednesday, March 28, 2007
INTERIOR - SALA HOSPITAL- DÍA
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