El verano se escapa de mis manos poco a poco. Los días comienzan después y terminan antes, eso porque la luz del sol dura menos y las temperaturas ya no son tan insoportables.
No he tenido vacaciones de verano hasta ahora. Las he dejado para después a la espera que la gente vuelva a sus ciudades y me deje la playa solo para mi y mi chico. Pero tuve una semana divertida en el trabajo que me trajo aires de vacaciones, de energía positiva y buena onda. La culminamos con una escapadita a una playa cercana atiborrada de gente, de esa gente humilde y bien amante de lo popular. Fue agradable respirar aire freco y tocar con mis pies las heladas aguas del Pacífico Sur. Caminamos harto, recorrimos lugares extraños. Vivimos una nueva aventura en el día de San Valentín.
El domingo cae la tarde con sabor a café con crema y helado de vainilla, con la dulzura de su mano sujetando la mia, con la caminata cansada de dos amantes que han recorrido harto y que quieren pasar el resto de los veranos juntos. Yo quiero que el año esté lleno de primaveras y veranos, de tardes para caminar y mañanas soleadas que me llenan de energía. La table de ête está servida.
No comments:
Post a Comment