QUÉ ONDA BUEY!

De México recuerdo harto. La gente era bien característica, con su acento cantadito y sus palabras típicas. Bueno, más que palabras, palabrotas como "anda a chingar a tu madre", entre otras. También recuerdo las grabadoras, donde dejaban como saludo de bienvenida un reggaetón o algún otro ritmo bien populoide de la época. Recuerdo los gritos y que a veces nos dejaban hablando solos, mientras iban a buscar al papá o la mamá o la abuela o quién sabe a quién más que tuviera un poco más de tiempo para escucharnos. Pero OH SURPRISE!, a veces nos contestaba otro más grosero y de voz más grave, algún charro machista que me dejaba la lección del día resonando en la cabeza.
Recuerdo México desde el otro lado de América, haciendome pasar por una americana en tierra norteamericana, hablando de Don Francisco y de planes telefónicos, buscando rebajas para Guajacas, Acapulco y D.F. Nadie quiere escuchar promociones la mayor parte del tiempo, pero también es cierto que nadie quiere oir insultos, si uno es amable con el otro.
Recuerdo también a los cubanos, a los peruanos y a los argentinos. Recuerdo a los gringos puñeteros que nos mandaban de vuelta a nuestro país, creyendo que eramos mexicanos. Nos increpaban por don't speak english, pero si les respondiamos en inglés, nos mandaban al diablo igual.
Recuerdo a mis compañeros que oprimian el botón MUTE y se mataban de la risa con algún personaje jugoso al otro lado de la línea.
Recuerdo el speach de "Buen día, como está usted!?" y recuerdo el "ok, bye" al final.
Así recuerdo a los mexicanos, con no muy buenos recuerdos. Sé que no hay que generalizar, pero uno se hace una idea del promedio.