WHEN I GROW UP

Ya estoy vieja. La vida adulta es foda a veces. El trabajo me come los minutos, me come las energías y mi vida social. Hace días que no se nada de mi amigo Donny. Me muero por ir a comer unas papas fritas con él y caminar por la noche. Tampoco he sabido del Fre, que debe andar enredado en sus lios de faldas y escenarios luminosos. No he visto a Niccolo desde que se fue a Linares. Los días antes de su partida tampoco tuve tiempo. Todo sea por el dinero y la independencia, todo se arriesga, incluso las cosas valiosas. Yo me rehuso a seguir envejeciendo. Con esto ya es suficiente. Extraño a mis amigos. Ni a Ogro ni a banido los he visto. Por ahí me alcanzó un tiempito para mandarle mis parabens a mi queridisimo Andrey en su cumpleaños. La distancia es tan grande, el tiempo se hace nada, el sol sube y baja de nuevo y los martes se quedan en el olvido. Quiero parar un instante para verlos a todos y charlar un rato. Nunca pensé que la vida adulta era tan estresante. Ya no quiero envejecer más.