La estupidez humana se propaga como una enfermedad, como un resfrío que puede durar unos cuantos días o tal vez se puede volver crónico. Se contagia fácilmente y yo trato de protegerme con analgésicos y paracetamoles contra la estupidez.
Y la verdad es que necesito con urgencia que las personas que me rodeen suban un peldaño y dejen atrás la estupidez, que miren con la frente en alto y vean más allá de sus narices, que se pongan en el lugar del otro, que sean más despiertos, más listos, más solidarios, menos egoístas. A ver si con eso se mata un poco la estupidez que me tiene cansada, a ver si entiendo un poco lo que le pasa a la gente y puedo seguir con mi vida tranquila. Necesito con urgencia cambiar mi habitat diario que me está ahogando poco a poco entre tanta estupidez humana.
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