PAOLA, MI HERMANA

39 años no se cumplen todos los días, menos con el rostro tan apacible y fresco como el que tiene mi hermana Paola.
El 17 de noviembre del año en que el hombre llegó a la luna nació ella para comprometer la vida de mis padres para siempre, en las buenas y en las malas. Nunca se imaginó tener la vida que tiene hoy, lograr lo que ha logrado y tener 4 hijos tan especiales como mis sobrinos. Yo no me imaginé que pudiera ser tan fuerte como para sobrellevar tantos reveses en la vida, para sortear tantos obstáculos. Porque a pesar de ser mi hermana mayor, siempre la ví indefensa y frágil. Pero ahi está, batallando día a día, creando un mundo maravilloso para sus hijos, soñando con todo lo que puede llegar a hacer, despilfarrando bondad por donde sea, incluso para quienes no la merecen.
Mi hermana es una persona infinitamente admirable. No lo digo solo por el lazo que tenemos como familia, lo digo porque a los ojos de todos quienes la conocen es una muy buena persona. Y me enorgullezco de tenerla como hermana, me enorgullezco de que me haya enseñado a leer, a escribir, de que me haya heredado el amor por las artes y la cultura desde su humilde ventanita por la que podía mirar el mundo. Me siento orgullosa de decir que mi hermana Paola es mi segunda madre, mi hermana mayor, mi amiga entrañable.