CHILE, PEQUEÑO MUNDO

Nací en Chile y eso me hace chilena. Es muy probable que no pertenezca a la raza mapuche que vivía en nuestras tierras desde los comienzos, pues mis antepasados se dividian entre portugueses, franceses y españoles. Así es que la sangre indigena local no me llama. Tampoco me llama Europa. Soy simplemente chilena, lo más cercano que tengo como raíz. Y resultó ser que Chile es un pequeño mundo donde nada muy espectacularmente bueno pasa, ni nada muy historicamente inolvidable ocurre. Los desastres nacionales quedan aqui y las pequeñas victorias de nuestros ilustres héroes solo quedan en los textos escolares de la enseñanza básica. Pero aún así me gusta mi país. Claro, porque no tenemos enemigos mortales en otros lugares que quieran hacer desaparecer este pueblito al sur de américa. Somos como los hermanos menores del mundo, queriendo crecer cada vez más, queriendo copiar al hermano mayor imitando todo lo que parece atractivo ante nuestros ojos. Amamos al extranjero, nos avergonzamos de nuestros indigenas. Queremos ser siempre sofisticados y cada vez menos ignorantes... es eso lo que mas detestamos, pasar por ignorantes.
Y en este pequeño mundo llamado Chile, las personitas que lo habitamos somos seres bien peculiares también. Todos creemos tener más dones de los que realmente tenemos, todos nos creemos independientes y autosuficientes, pero solos casi no hacemos nada. La masa es la que lleva al acto. El individuo solo lanza la piedra y sale arrancando para no ser descubierto. Las estrellas nacen de pronto, así rápidamente, sin mucho esfuerzo y mueren en una noche repentina también. Los grandes valores llevan años preparando su entrada triunfal y a veces ni éxito tienen. Pero en Chilito lindo hay espacio para todos, todos los que no tienen grandes pretenciones o todo quien quiera ser un héroe salvando al débil.
A veces me río de lo pequeño que es este país, si me encuentro una y otra vez las mismas caras en los lugares más insólitos, incluso donde pienso que nadie más estará, allá hay otro compatriota levantando la vista para saludarme.
En invierno es frío y gris, en verano lleno de calor y pasto seco. Los extranjeros gustan del paisaje y la hospitalidad. Yo gusto de sentirme siempre en familia, escondida al final del mundo, esperando que un nuevo adelanto del extranjero venga y nos abra los ojos para poder seguir el camino hacia la cima.