No hay que dar nada por sentado, ni la felicidad para siempre ni la infelicidad como maldición. Porque está de más decir que nada es eterno en la vida. Y es así como me planteo las cosas y las disfruto al máximo, todo lo bueno, todo lo maravilloso, todas las sorpresas son sorpresas en su minuto y luego ya son algo conocido. Todo lo que tenemos es el ahora.
Hay quienes piensan que para ser amado hay que fingir ser alguien más y acomodarse a las circunstancias, entonces si te gusta un hip-hopero, debes ser más cool y lucir como una Beyonce y sus fellas y llevar el ritmo en tus caderas y ser hot y llevarla en la fiesta. O si te gusta un rockero, te comes todos los clásicos de una y te aprendes las biografías de los que han muerto, los que llegaron más alto, los que aún siguen en carrera con otras bandas y con peor calidad. Y si te apasiona un atleta, vas y te compras unas joggin' tricolor y un equipo Everlast, te dejas crecer el pelo y te haces un moño bien alto para estar lista para la batalla.
Yo solía ser una de esas que le gustaba pedir ropa prestada a cuanto personaje y estereotipo existiera, eso como a los quince años, cuando pasaba por la nunca bien ponderada adolescencia.
Pero y qué... si no eres tu, entonces quien va a serlo? Tal vez la chica de al lado que envidia tus tetas semi-perfectas o la otra que le gusta tu acento exótico... La idea es que cada uno sea quien debe ser, asi no más, casi silvestremente. Y si no consigues a nadie para que te aguante y te de un abrazo al llegar a casa, pues bien, te quedas sola o solo y haces un buen uso de tu solteria y tu libertad. Pero si logras conquistar a otro ser con tu propia personalidad, pues no tendrás jamás que preocuparte de no olvidar tu traje de mujer maravilla en la mochila cada vez que te levantes en la mañana y estés oliendo a diantres y tu pelo luzca patético.
Los malos, por muy atractivos que parezcan, son una real lata. Los buenos son los que quedan. Eso siempre lo supe y no malgasté mi tiempo tratando de conquistar al James Dean, al caso perdido, al que te hace sentir inferior para seguir conquistando a las que lo rodean.
Hay que siempre apostar a lo verdadero. Eso es lo que queda después de todo. Y si no resulta para siempre, entonces toma todo lo bueno y lo guardas en tus memorias. El resto lo escupes al viento y lo aprendes para no volver a vivirlo. Y me doy el tiempo de decir esto porque me asusta que aun en estos dias hay chicas buscando alguna formula para ser feliz, pretendiendo ser alguien más para obtener lo que desean. Que venga lo que venga, solo abran los brazos, respiren profundo y disfruten todo lo que resulta. Más que eso, no hay nada.
3 comments:
Muy buena, es verdad. Lamentablemente algunos humanos (mas bien la gran mayoria de las veces son las humanas) tienden a adaptarse para gustar al otro... Como sea la cosa, el conocimiento y la sabiduria de querernos a nosotros mismo va llegando con el tiempo. Yo sé que me quiero, pero veo a estas niñas grandes con tal complejo de tratar de ser todo, y debo reconocer que igual la pienso, no en un sentido de autosometerme al otro, sino que en que estara pasando por esas cabezas.
Miras al pasado y (Que recuerdos los de los 15!)
(Continuando lo de arriba!) me reveo en esta escrita...
Será que todos tenemos que pasar por este proceso de aprendizaje para construir nuestro presente!?
cual fue el estilo que no tuve a los 15, punk!? Roquera? hasta por el clasico pasé! jajajaja.
Me alegro de lo que en tiempos fui...
Me alegro de lo que hoy soy...
Besos y salut!
Me encanta leer tu 'Blog'
felicidades.
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